En Fuente Victoria, hemos dado un paso significativo hacia la valorización de nuestra historia y tradiciones con la creación de una serie de murales que embellecen nuestros espacios públicos y nos conectan con el legado cultural de nuestro pueblo.

Cada mural rinde homenaje a una parte esencial de nuestra identidad. Desde la figura de la mujer rural, protagonista de oficios antiguos como la trilla de la parva y el aventado de la paja en las eras, hasta la histórica presencia de Boabdil, quien dejó su huella en nuestra localidad tras la entrega de las llaves de Granada. Cada obra es un tributo al esfuerzo y al sacrificio de quienes forjaron la historia de nuestra comunidad.

Este proyecto artístico no solo embellece nuestro entorno, sino que también nos invita a reflexionar sobre el pasado y a valorar los oficios, las tradiciones y las personas que han sido fundamentales en el desarrollo de Fuente Victoria. Con estas obras, celebramos nuestra identidad y rendimos homenaje a aquellos que han contribuido a nuestra historia y cultura.

La Trilla: 

El primer gran mural que embellece nuestro pueblo. La mujer rural ha sido el motivo central de este mural, y las eras de nuestro pueblo, testigos de tantas generaciones de trabajo, han sido la inspiración para su creación.

El lugar y la calidad del trabajo realizado son inmejorables, y con esta obra rendimos un emotivo homenaje a nuestras mujeres y a uno de los oficios más emblemáticos y antiguos de la zona: la trilla de la parva y el aventado de la paja en la era. Un trabajo duro que, generación tras generación, ha sido llevado a cabo principalmente por nuestras mujeres rurales, quienes han sido piezas clave en el desarrollo de nuestra comunidad.

Con este mural, no solo celebramos la historia de nuestro pueblo, sino también la fortaleza y dedicación de quienes, con su trabajo, han contribuido al progreso y la identidad de Fuente Victoria. 

Boabdil:

Boabdil, nuestro más ilustre vecino, bien merecía regresar a Codba y hacerlo por la puerta grande. Este mural rinde un homenaje a nuestra memoria y a uno de los personajes más destacados de nuestro pueblo.

Aquí llegó Boabdil tras entregar las llaves de Granada en 1492, un momento histórico que marcó el fin de la Reconquista. Fue en Fuente Victoria donde pasó sus últimos días en la península antes de partir hacia el exilio. "El Rey Chico" vuelve a Fuente Victoria, y con él, revivimos una parte fundamental de nuestra historia local.

Este mural simboliza no solo su figura, sino también la huella que dejó en nuestra comunidad. Un recordatorio de un tiempo trascendental que dio forma a nuestro presente, y un tributo a uno de los más grandes momentos de la historia de la península.

La faena: 

En la Calle Real, frente al lugar donde antaño se encontraban los parrales de uva de barco, se encuentra el mural "𝗟𝗮 𝗙𝗮𝗲𝗻𝗮", una obra que rinde homenaje al esfuerzo y la dedicación de las mujeres en la recogida de la uva, una tradición que ha sido fundamental para nuestra comunidad a lo largo de los años.

Este mural simboliza el reconocimiento a la labor de las mujeres que, con su trabajo, han dejado una huella imborrable en nuestra historia y cultura local. Una pieza que no solo embellece nuestro entorno, sino que también refleja el valor de las tradiciones que han forjado nuestra identidad.

Desde el Ayuntamiento, agradecemos a Moxaico por su extraordinario trabajo y les invitamos a acercarse a la Calle Real para descubrir esta maravillosa pieza de arte que celebra nuestra identidad y patrimonio. 

Aguadora: Rendimos un emotivo homenaje a nuestras mujeres rurales, aquellas que, con esfuerzo y dedicación, han sido pilares fundamentales de nuestra comunidad. Las #Aguadoras eran las mujeres que, hace años, recorrían largos trayectos hasta las fuentes naturales, manantiales o ríos para abastecer a sus hogares de agua. En Fuente Victoria, acudían a la 'Fuente de la Reina', donde llenaban sus cántaros, que transportaban a la cintura o sobre la cabeza, cargando con este arduo trabajo hasta que, finalmente, se construyó una fuente nueva en el centro de la plaza.

La temática del mural representa esta tradición ancestral, que ha perdurado a lo largo de los siglos. Refleja el trabajo diario de las mujeres, quienes eran responsables del abastecimiento de agua para la casa, y se muestra con la icónica imagen de la mujer llevando el cántaro a la cintura, un símbolo de su dedicación y esfuerzo en el cuidado del hogar y la familia.

Este mural es un tributo a esa labor silenciada durante tanto tiempo, y una forma de reconocer la fortaleza y el sacrificio de nuestras mujeres rurales.